viernes, 5 de febrero de 2010

La justicia

La justicia en este país es un cachondeo.

Esta frase la dijo hace veinticinco años, la sacaron en las efemérides de algún periódico, el entonces alcalde de Jerez Pedro Pacheco. Hará de eso algo así como un mes, y me lleva un par de días viniendo a la mente.

No hay más que leer titulares y comprobar que si un hijo de puta con todas las letras golpea, intenta acuchillar (los hijos le arrebataron el cuchillo) y patea a su mujer hasta dejarla tetrapléjica, no hay problema, el Tribunal Supremo de Justicia le rebaja la condena porque no hay alevosía. Es decir no intentó matarla por sorpresa.

Por eso el cabrón este llegó de noche, sigilosamente abrió la puerta con sus llaves y "utilizó un plastico para levantar el pestillo de seguridad", se acercó a la cama donde "su mujer DORMÍA" y en vez de matarla "por sorpresa", la despertó a golpes, para que estuviera advertida, la intentó acuchillar, para que se diera cuenta de sus intenciones, y le pisó el cuello repetidamente, para que no hubiera ningún tipo de sorpresa.

No, no hubo sorpresa, porque era lo que se podía esperar de un hijo de puta que ya en dos mil cinco había agredido a su mujer en presencia de sus hijos quebrantando una orden de alejamiento. Era lo que se podía esperar de un cabrón que amenazó a su mujer con perlas como "Te divorciarás con los pies con delante"

Y lamentablemente tampoco nos pilla por sorpresa que el mierda de juez llamado Luciano Varela y sus "compis" del TS le rebajen la pena a un sujeto de esta calaña, puesto que estamos hablando del mismo tribunal que consideró en dos casos de violación que no era procedente sumar delitos de lesiones a las víctimas, puesto que esas lesiones eran, según la sentencia "las naturales secuelas que conllevan esas conductas criminales". O sea, que si te violan y para violarte te dan encima una paliza del quince, las heridas causadas por esa paliza no cuentan, son sólo las secuelas de la violación, o las precuelas, menos mal que el impresentable del juez no ha dicho que haya que pegar antes de violar o viceversa para que se cuenten las lesiones a la hora de dictar sentencia.

Así que sin ningún respeto por una institución llena de jueces machistas (que curiosamente van de progresistas por la vida), yo sigo opinando como aquel alcalde veinticinco años ha: "la justicia en este país es un cachondeo".

BdS