Queridos/as amigos/as todos/as

Ya sé que me vais a regañar, me importa un pimiento (por no decir algo más fuerte.... bueno, qué coño, lo digo que para éso es mi blog), me importa una mierda que me regañéis, pero me voy a poner sentimental.

-1. Lagrimita. Sorbida de moquete. Carita de gilipollas... ¡Ay cuánto os quiero!

-2. Sonrisa estúpida. Otra sorbida de moquete. Más carita de gilipollas (si cabe). ¡ Todavía os quiero más que antes!

-3. No pienso sorber más moquetes. Stop. ¿Por qué puñetas ponéis esa cara? ¿Es que no me puedo poner sentimental o qué?

Que resulta que me dicen que os diga que se cuenta por ahí, que dicen que les han dicho, porque se lo han contado, que hay algunas personas humanas / seres humanos para ponerlo con los dos géneros, no vaya a ser que nos regañen ni "los hunos ni los hotros", que se nos / os echa de menos en algunos foros.

¡Ja, usease, cachocabrones /as, ¿que ya no os prodigáis como antes en determinados sitios?, ¿que cada uno de vosotros ha encontrado un par de caminos abiertos y los ha aprovechado? y digo yo, ¿qué tiene éso de malo? ¡Viva la libertad, y el libertinaje también, ostia!

No, si al final va a ser que "los que ya no estamos" como decía nuestro Ilmo. Josanga quedábamos hasta bien. Que le dábamos el puntito de rebeldía a ese sistema tan sistemático y tan nuestro. Que éramos (algunos, solo algunos), hasta simpáticos.

Yo nunca fui simpática. Yo siempre fui en algunos sitios, "la mala de Amaranta". Y que conste que lo que más aprecio de todo lo que me han dedicado es una frase de una "amiga virtual" de aquélla nuestra web: " he descendido a los infiernos y he visto a amarantaaaaaaaaaaaaa el demonio de webalia" , jejejjejeje . Me chifla el ir de mala por la vida. Es más, intento ser más mala todavía, pero no me sale bien. ¡Ojalá hubiera sido más mala en algunos momentos de mi vida! Valencianeta, echo de menos tu candidez y tu bella sencillez. Aún a riesgo de que me tachen de sentimental, pero ya había avisado: me voy a poner sentimental, ¡hala!

Os voy a contar una cosa:
Tengo una gata, es una adquisición de mi hijo el pequeño. Encontró un par de cachorritos, el macho apaleado y muerto, con la cola cortada. La hembrita también maltratada, pero aún sobreviviendo. La desparasitamos, la vacunamos y se adueñó de nuestra casa y de nuestro corazón ¡Yo que juraba y perjuraba no tener más mascotas! Es negra como el azabache, ojos verdes como las hojas del olivo, o el mar en invierno. No podía ser de otra manera, se llama Amaranta. Es dulce y mimosa, pero canalla y dominanta. Es mala y buena, es juguetona y tranquila, es la noche y el día, es agridulce: es Amaranta.

Os pondré una foto. Hoy me podéis regañar, me he puesto sentimental, pero se acabó lo que se daba. El domingo empieza una nueva semana para mí.

Buscaré algo para daros caña. Hoy estoy cansada. La vida no es fácil, pero nadie dijo que iba a serlo.

Os quiero canallas.

BdS