¡Qué miedo!

¡Qué miedo me da! Me da susto , un pánico horrible, cada vez que recibo un e-mail de ésos que tratan de cómo salvar vidas humanas.

Sí, ésos, ésos que tratan de cómo reanimar a alguien que acaba de sufrir un derrame cerebral, o de cómo permanecer con vida hasta que llegue la ambulancia si has sufrido una angina de pecho o un infarto.

Vamos a ver, que no es por no ir, que si hay que ir se va, pero ir para nada es tontería.

¿En serio se cree alguien que es tan fácil salvar la vida a una persona que está sufriendo un ataque de algo? De entrada, si lo fuera o fuese, no serían necesarios los médicos, ni los enfermeros, ni los conductores de ambulancias, ni nada por el estilo.

¿En serio pensamos que punzando las yemas de los dedos y pellizcando el lóbulo de las orejas para hacer que fluya la sangre podemos evitar los efectos de un derrame cerebral? A lo mejor si, yo no lo discuto.......

....pero..... ¿quién está capacitado para saber si alguien está sufriendo un derrame cerebral?

¡Ah, amigo...! Ahí está el quid de la cuestión. Francamente, la gente de a pie, si no está familiarizada con los síntomas de un determinado problema de salud, posiblemente no sepa distinguir dicho problema.
O sea, mi menda lerenda, y estoy convencida de que entre la población no sanitaria también el 90% se encuentra en mi misma situación, estoy en la ignorancia más supina acerca de los síntomas de un derrame cerebral, infarto, o algo similar.

Vamos, que aparte del testamento vital, voy a añadir una claúsula perfectamente legible, y cosida a la trasera de mi DNI, y dirá lo siguiente:

SI ME DA UN SÍNCOPE EN MITAD DE LA CALLE, POR FAVOR, ABSTÉNGANSE DE PUNZARME LAS YEMAS DE LOS DEDOS, HACERME TOSER, PELLIZCARME LAS OREJAS O CUALQUIER OTRA PARTE VISIBLE DE MI CUERPO (NI HABLAR DE LAS NO VISIBLES), COSQUILLEARME LAS COSTILLAS O TIRARME DE LOS PELOS, ANTES DE LA LLEGADA DE PERSONAL SANITARIO CUALIFICADO (LEASE AMBULANCIA CONTENIENDO MÉDICO/A, ENFERMERO/A Y TÉCNICO ADJUNTO O CONDUCTOR)

EN CASO DE DESOBEDECER ESTAS DIRECTRICES, ATENGANSE A LAS CONSECUENCIAS.

FIRMADO: ÉSTA A LA QUE LE ACABA DE DAR EL MENEO.

Claro que también se me ocurre que podría sugerir a los difusores de estos e-mails que antes de enviar los remedios para los soponcios diversos, nos ilustraran acerca de cómo reconocer de qué clase de soponcio se trata.
No es fácil, no. La mayoría de la gente que conozco capaz de distinguir los muchos y variados repentinos vahídos que una puede sufrir en mitad de la calle, se ha pasado unos cuantos añitos en la universidad (tras bachilleres y similares), aprendiendo lo que algunos pretenden enseñarnos con un correo electrónico.

Casualmente nunca he recibido uno de estos correos : ni de un amigo mío cirujano cardiovascular, ni de mi prima que es enfermera, ni de su esposo que también lo es, ni siquiera de mi amiga Cristi, auxiliar de clínica (que al estar especializada en cuidados geriátricos está familiarizada con los repentes de los cuerpos usados de años y años) .

Vamos, que va a ser que no, que si me pincho con un rosal me saco la espina y si me pica una avispa me pongo "After-bite", pero para cosas serias, por favor: me llaman a un médico, ¿vale?

Horus como siempre, con su magnanimidad me argumenta que quienes envían estos correos lo hacen con la mejor intención del mundo, que creen que ayudan y por éso lo hacen.
Querido Horus: yo no critico su intención, sino sus efectos. Imagina por un momento que te da en plena calle, pongamos por caso, un ictus. Y yo toda diligente, te aplico el remedio casero correspondiente al infarto de miocardio. ¿Y si la lío? ¿Y si por ayudarte te jodo del todo?


Ya lo dice el refrán: "zapatero a tus zapatos", ergo: "médico para las enfermedades"

BdS