¡Sobreviví!!

Sobreviví a las uvas (cosa harto difícil para mí, dado lo torpe que soy para tomármelas), sobreviví a las cenas y comidas de Navidad y Año Nuevo. Ya sólo me queda lo mejor: los Reyes.

Adoro la noche de Reyes, ya mis hijos son mayores y no es que les haga mucha ilusión, pero me quedan los sobrinillos. ¡Y son geniales los tres! Son disfrutones, alegres, simpáticos, vamos que son niños. La noche de Reyes dormiremos en casa de la abuela (mi madrel, obviamente), nos haremos las dormidas esperando a que los peques se despierten, aunque llevemos tres o cuatro horas insomnes. Iremos con ellos hasta el salón y abriremos la puerta muuuyyyy despacito, a ver si los tres Magos nos han dejado algo y por supuesto.... habrá regalos para todos.

A partir de ese momento empieza el "ratito mecano" ¿os acordáis de aquel maravilloso juguete?
Pues sí, habrá que montar todo lo montable y desmontable, se perderán mil y una piececitas que sólo aparecerán al día siguiente, y por unas horitas nos sentiremos niños de nuevo.

Los Reyes Magos, sí, la preciosa tradición que en mi casa llevamos respetando desde siempre. Mantener la ilusión de los peques hasta el final, ese estar en vilo, ese soñar con el juguete que se pidió en la carta. Me chiflan los Reyes Magos. No tengo nada en contra del gordito de las barbas y sus renos voladores, pero qué queréis que os diga, no hay color. Mucho se ha escrito sobre este tema y no vamos a redundar en lo mismo, pero repito, no hay color. De entrada son tres y es más fácil que entre tres se puedan solucionar ocasionales despistes, pero es que además ¡vienen en camello! Aunque no sé porqué siempre los pillo en dromedarios, pero vaya, tampoco importa mucho, como si quieren venir a caballo o en la famosa burra que iba a Belén (aunque entre el chocolate y los regalos el animalillo podría reventar). Lo que está claro es que tiene más mérito el reparto a camello que en trineo con tracción renal.

En fin, que como creo que he sido medianamente buena, les he pedido a Sus Majestades de Oriente que me traigan unas cosillas, en la confianza de que algo pillaré.

Espero que todos vosotros os hayáis portado tan bien como he hecho yo y os dejen algún regalito.

En caso contrario, yo les he sugerido una cosa: con ésto de la crisis, a los niños malos, como ya no hay en casi ningún sitio estufas de carbón, mejor que los tolondrones negros que manchan tanto, lo que deben hacer es dejar el pago de una factura de luz, seguro que los padres lo agradecen tanto o más que los hipotéticos regalitos.

Y si no, que dejen un par de paneles solares, que es una energía limpia y renovable, anda qué ecológica me he puesto, jejejejjee

Pues bueno, que ya estamos en el tramo final de las navidades y que acabamos de empezar un año y hay que ser optimista.

Por cierto para Horus les he pedido un poco de calcio porque se le está debilitando un poquito el pico y una lima para que se afile las garras, porque últimamente en vez de un halcón parece una palomita, y este año quiero que dé guerra, jejjejejje.

BdS