domingo, 15 de junio de 2008

Todo lo bueno.....

....es ilegal, inmoral o engorda. En mi tierra también se dice que todo lo que gusta mucho es pecado, y como yo me reconozco cual terrible pecadora, y dado que el sábado es mi día de disfrute (hoy trabajo), ayer me decidí a pecar con todas mis fuerzas.

Por la mañanita temprano, cuando no pica mucho el sol, cuando el agua aún está limpia, un paseíto por la playa, caminando sin prisa pero sin pausa por la orilla del mar, mis pies y mis piernas lo agradecen y mucho. Encuentro a conocidos del vecindario, me paro, saludo, charlo, hago en fin, un poco de éso que llamamos vida social. También es de agradecer: la amiga que hace años que no veo, los padres de aquél otro que se marchó a vivir fuera, me conectan con un tiempo pasado, que en mi caso fué maravilloso, recibo noticias de gente a la que aprecio y que por una u otra razón perdí de vista......., y sigue el paseo.

Voy caminando junto a dos buenas amigas, mi madre y mi hermana, hablamos de todo un poco, juego con mi sobrina, ¡divinos siete años!

Un bañito, soy feliz. Ésto fijo que al no engordar ni ser ilegal debe ser inmoral. Cierto, en determinadas "morales , moralinas, moralejas" no entra la idea de disfrutar tanto. Yo, como ya apunté antes soy una terrible pecadora, así pues me sumerjo en esta dulce inmoralidad.

Comida en familia, risas, gritos, movimiento. Es el jaleíllo que tanto nos gusta. Los mayores entran y salen, hacen compras: preparan una moraga para esta noche celebrar San Antonio. El enano viene destrozado (y los calcetines para la basura directamente), se cambia para ir a la playa. Más movimiento, más jaleíllo. Se respira vida, libertad, felicidad en una palabra.

Tarde de compras, no me compro nada, depués de tanto bueno, como es lógico he engordado, jajajjajaja. A fin de cuentas he renunciado a la ilegalidad, me quedo en exclusiva con la inmoralidad más absoluta y el engorde.

Así que a la hora de la cena preparamos todo lo rico que nos apetece, abrimos una botella de un vinillo exótico y exquisito, y sentamos nuestros reales en el patio. ¡Ay, el patio!

Huele a mar, a jazmín, a dama de noche, a madreselva, llegan también los aromas de una barbacoa, del pescaíto..... una copa después de cenar..... ¡Padre, bendíceme, he pecado!

Se disipó como por arte de magia la tensión de la semana. En éste mi mágico reino no estoy bajo presión, nada me impide soñar, relajarme y disfrutar de las cosas buenas de la vida y de lo más valioso que poseo, mi familia.

Horus me recuerda que el fin de semana que viene tengo juerga "institucionalizada", léase cena con los amigos, salida a bailar, en fin, algo más cansado que lo de hoy, pero también divertido.
Hoy soy yo la que hago de mediadora entre mis dos naturalezas, entre la pacífica y la juerguista, entre la dinámica y la relajada.
Hoy soy yo quien pone en la balanza lo bueno y lo malo de mi vida y decide que a fin de cuentas tengo una vida maravillosa.

Soy una pecadora feliz

BdS

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola pecadora…

Yo no diría, todo lo bueno, yo diría, todo lo malo todo lo prohibido, por lo tanto tentado… engorda.
Registrado están como pecados, algunos, mortales.

Corto condensado sustancioso refrescante y pecaminoso de emociones tu día de “descanso”, el mar nos iguala de alguna manera.
Hoy fui en busca de él, paseé igualmente su orilla y me topé con gente, unos en familia como tu y otros solitarios ausentes de la vida, como yo.
Igualmente pecando con las pequeñas cosas, que nos ofrece ese paréntesis laboral, dado para el pecado.

feliz jornada... jefa.

ISABELLA dijo...

eso, eso es lo mas bonito, eso, para mi es la felicidad... en las cosas menudas de la vida.
Besitos preciosa ;=)