De la amistad....

....y del desencuentro.

Quizás debería titular este post de otra manera, quizás debería ser más humilde y reconocer que lo que yo pueda definir como amistad, no obedece ni mucho menos a una definición convencional.

Quizás no debería escribir este post porque me duele hacerlo.

No entiendo nada, no entiendo que personas adultas se enzarcen de vez en cuando en discusiones de patio de colegio. No entiendo que personas cultas utilicen su bagaje cultural para apabullar al prójimo. No entiendo que personas inteligentes utilicen su inteligencia para buscar la provocación.

¡Puñetas qué torpe soy, y qué poco entiendo a las personas!

Creía yo en mi inocencia que se podía dialogar, discrepar e incluso discutir con educación y buenos modos. Discutir de esa manera en la que me enseñaron una familia amante de las tertulias y una copa de buen vino.

Pues va a ser que no. Ahora resulta que las diferencias se resuelven montando una caza de brujas y organizando una guerra de guerrillas entre los miembros de un grupo. Se resuelven a base de divisiones en bandos y de cruce de insultos. Y siempre con la excusa del "no fui yo quien empezó".

Pues que conste en acta que me niego. Me niego a adscribirme a un grupito. Me niego a renunciar a mis principios por mor de no sé qué ideas de falsa lealtad y de equívocos referidos al concepto de amistad o afinidad.

Me dice Horus que me relaje, que la vena del cuello se me hincha y me pongo muy fea. Que no es tan fiero el león como lo pintan, y que posiblemente quienes hoy ponen el grito en el cielo por sentirse "traicionados", mañana vean las cosas con un poco más de claridad. Que es muy fácil, puesto que son personas con un cierto saber estar, que en unos días recapaciten y reconsideren su actitud.

Que es probable, en fin, que la sangre no llegue al río y que las aguas vuelvan a su cauce. Yo, amigo Horus, ya casi he perdido la fe en la capacidad de "recomposición" del ser humano. Te explico, hay veces que hay que recomponer todo el prisma de nuestros razonamientos. Hay veces en las que hay que partir de cero y componer de nuevo nuestro punto de vista, nuestras actitudes y establecer de nuevo nuestros índices de empatía y de tolerancia.

Y es esa capacidad la que, lamentablemente, estamos perdiendo.

En fin, si algún dios quiere, y el tiempo nos lo permite, y los hados nos son favorables, seguiremos aquí. Seguiremos tratando de hacer frente a los pequeños y grandes sinsabores, seguiremos intentando ser lo más ecuánimes posible, aunque ello a veces conlleve una pequeña (o grande, nunca se sabe) pérdida.

Que ustedes lo reflexionen bien.

BdS