"Guapuras"

Pues sí, guapura, donaire y buena planta. Es lo que según los medios de comunicación y los hijos de la Gran Bretaña le falta a su nueva princesa de Gales. Estamos de acuerdo creo que todos, en que la señora Camilla Mountbatten-Windsor, antes Parker-Bowles, e incluso antes Shand, actual esposa de Carlos de Inglaterra no tiene mucha pinta de princesita al uso. Desde luego no al estilo "Lady Di".

Pero vamos a ver, exceptuando los melosos cuentos de Grimm, Perrault, Andersen y otros muchos que durante siglos han tratado de convencernos de que las princesas son todas guapas, cantan con voz de soprano ligera, y se peinan de maravilla (y aún siguen en el empeño, con la inestimable ayuda de la Factoría Disney, Dreamworks, etc.), nadie ha dicho nunca que la belleza sea condición "sine qua, non" para reinar. Ni siquiera para ser consorte. Ejemplos claros y más cerca aún que el de Inglaterra , conocemos.

Éso de entrada, y de salida vamos a ver, que tampoco el Charlie da la talla del rescatador de Blancanieves, del besucón de la Bella Durmiente, o del guapo mozo en que se transforma el redimido Bestia. Vamos, que el hombre es feo de narices, o con más propiedad deberíamos decir "feo de orejas".

Tampoco es requerida una agudeza mental fuera de los límites me dice Horus, aunque en los tiempos que corren, si que se espera de los herederos o titulares de cualquier corona una cierta preparación académica y formación humana. Pero hoy veníamos a hablar de "las guapuras", y no de las "listuras". Eso da mucha tela que cortar.

Lo que creo que en realidad le choca al personal, es que después de haber tenido una princesita de cuento en Windsor, ahora les toca esta señora, que si bien se ha dado un estirado de padre y muy señor mío, sigue sin resultar agraciada, por más que luzca un pellejo planchado y lustrado.

Pues qué queréis que os diga. Lo mismo la mujer es inteligente de verdad, o amena (todo lo amena que pueda ser una noble británica), o yo qué se. Algo desde luego debe tener la tal Camilla, para haber sido durante tantos años la amada amante del británico príncipe. Éso es lo que peor me parece de Carlitos, el haber sido infiel durante tantos años a su esposa.

Aquí me apunta Horus, y tengo que darle la razón, que cuánto no tendría de consentida la dicha infidelidad. De hecho, y sin quitar ni poner ni a uno ni a otro, los rumores de infidelidades eran abundantes por ambos bandos y por muchas vueltas que le demos al tema, es muy pero que muy posible, consentir en la infidelidad de un marido, si la recompensa es un título de Alteza Real. Es más, siendo princesa de Gales, fijo que se las podía apañar para echar un quiqui de vez en cuando con algún guapo mozo de por allí. La cosa no es muy complicada teniendo tiempo, dinero, medios, y encima siendo mona.

Es una postura que no comparto, ni de lejos, pero vaya, que tampoco me han propuesto nunca esta opción. (Digo la de casarme con un príncipe feo feísimo, pero rico, riquísimo y poder tirarme a algún maromo macizo, macicísimo), en tal caso no sé qué haría, jejejejjejejejej.

En fin, que "en este mundo traidor nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira" (una de mis citas favoritas, atribuida a varios autores, entre ellos Jorge Manrique), y que puede que la princesita del cuento fuera un pelín más astuta de lo que parecía y mantuviese su posición en detrimento de su felicidad conyugal, y que el príncipe tampoco era tan noble y valeroso como nos lo contaron, que de haberlo sido quizás se hubiera negado a un matrimonio tan conveniente como falso, por muy bien que quedase su esposa en las fotos. Si no, a cuento de qué mantener una relación extramatrimonial durante tanto tiempo.

Y que en fin, la que parece mejor candidata a representar el papel de la pérfida bruja, quizás haya sido hasta hace poco alguien que tuvo la paciencia de esperar a su momento de gloria, por más que haya necesitado algún que otro retoque para su puesta en escena.

Y no nos engañemos: ¿a qué viene tanto ensañamiento con la fealdad de la señora Camilla? ¿acaso se pasea del brazo de algún hermoso doncel? Pues no, y a fuer de sinceros, casi que al eterno heredero le hace mejor pareja esta señora. Seamos serios. Tanto monta, monta tanto, Camilita como Carlos.

Es una muestra más del machismo imperante: la princesa guapa, si es lista o tonta da igual, pero que quede bien. El príncipe...... lo que sea, que no importa, que para éso lleva el título y las arcas. Claro que en su tiempo no importó lo más mínimo la estética de Elizabeth (que era la que contaba), pero tampoco se criticó la del Duque de Edimburgo que iba de consorte ¿Qué pasa, que él no tenía por qué ser guapo?

A ver qué pasa ahora con la boda de la princesa Victoria de Suecia ¿dará la talla Daniel Westling? Porque en este caso la princesa no sólo es la princesa heredera, o sea, la que pone el título, los dineros y sus cosillas, es que además es mona la puñetera, jejjejeje.

A opinar, por favor.

BdS