SUPERTRAMP

Ya, ya, que ya se lo que estáis pensando: ¿Supertramp? A la jefa se le ha ido la olla. O a lo mejor es que se va a poner nostálgica con los grupos de los años.....bueno de hace muchos años.

No, nada de éso, se me fue la mente hacia Supertramp, un grupo que me gustaba bastante por cierto, por el título de uno de los álbumes que publicaron antes de hacerse tan comerciales que Roger Hodson pilló el portante.

¿Ya lo tenéis?, pues sí, el título del álbum es Crisis? What crisis?

Y en eso estaba yo.
Como ya sabéis algunos, y por cierto, gracias por la ayuda prestada, me quería ir a Cáceres el puente de mayo.
Pues bien señoras y señores, a pesar de la crisis reinante, jamás en mi vida había dado tantas vueltas para encontrar alojamiento para un fin de semana. Por supuesto estoy hablando de alojamiento para dos trotamundos irredentas (una servidora y su mami), que lo que buscan es un alojamiento decente y barato. No es por roñosería, no. Que conste en acta, que cuando hay posibilidad de irse a un hotelazo de 25 estrellas se va uno, hasta ahí estamos de acuerdo.

Pero nosotras viajamos con la siguiente filosofía: para un par de noches basta con una cama limpia y un baño decente, ¿por qué? pues por la sencilla razón de que no vamos a estar en el hotel ni 10 minutos más de lo estrictamente imprescindible: como mucho 8 u 9 horas, las justas para ducharse y descansar. Cuando viajamos vamos a ver cosas, a andar mucho y a disfrutar del ambiente de las ciudades que visitamos, a comer los platos típicos. En suma a empaparnos del sitio a donde hemos ido, y para éso no nos hace falta un hotel con wifi, (no lo vamos a usar), 200 canales de televisión (no la vamos a ver). Sólo es indispensable la sábana limpia y el agua a una temperatura agradable.

Pues está todo copado, señores, pero todo todito copado.

Puede ser que con esto de la crisis, el que antes se pegaba 15 días en un hotel de lujo, ahora se vaya de puente a un hotel de 2 o 3 estrellas. Pero lo que está claro es que la gente, duro que tiene, duro que se gasta.

Y a mí me parece perfecto. Una vez tiene uno cubiertas sus necesidades primarias hay que disfrutar de la vida, que son cuatro días, dos durmiendo y de los otros dos, uno llueve.

Como siempre ha dicho mi mami: trabajad y disfrutad del fruto de vuestro trabajo. Yo no pienso dejaros herencia, a poco que pueda me gasto en viajes todo lo que tenga, ¡ole mi madre!.

Con una madre así da gusto irse hasta a la vuelta de la esquina, aunque nos tengamos que meter en un hostalucho de mala muerte. Para mí bueno será si puedo disfrutar del placer de un viajito, conocer algo que aún no he visto (tengo Cáceres y Trujillo como asignatura pendiente en España) y sobre todo es que con mi mami yo puedo decir aquéllo de : contigo pan y cebolla. Y no sólo lo digo yo, lo dice todo el que ha viajado con ella. Vamos, que es de las que con 69 años te deja atrás en las excursiones, y se come igual un menú de 100 euros que un bocata en la primera plaza que pille. ¿A que tengo suerte?

Pues lo dicho, la crisis está aquí, vale bien, pero hay varias maneras de enfocarla. Conste en acta que me refiero a la gente que de verdad tiene cubiertas sus necesidades vitales. Si alguien no tiene ingresos suficientes para cubrir esas necesidades, entonces ni crisis ni no crisis, es un sin vivir.

Pero para los que más o menos llegamos a fin de mes, se puede elegir entre:

Opción A: me pongo a llorar, no me gasto un céntimo, y veo el futuro todo más negro que mi ídem. O bien:

Opción B: considero que por regla general la vida es un sube y baja. Que si me gasto dos euros, esos dos euros se mueven y terminan por generar cuatro, y así es la vida, el dinero que no sirve para nada, es el que se queda quieto.

Así que yo, antes muerta que parada.

Me dice Horus que esta vez no me va a regañar, que le parece muy bien mi filosofía siempre y cuando no haga daño a nadie. Que una vez que llegas al otro lado, no te van a preguntar si disfrutaste o no de la vida, sino si impediste que alguien disfrutara, o si por el contrario contribuiste al disfrute de otras personas.

Y una que intenta ser buena, a sabiendas que mi señora madre no tiene hoy por hoy otra necesidad que la de encontrar compañeros para sus viajillos, pues mire usted. Me voy a hacer feliz a mí misma, y a ella, nos vamos a pegar un puentecillo muy respetable, y mañana será otro día (¡seré caradura!)

Que ustedes tengan un buen día.

BdS